Un día un editor recibe la visita de un misterioso hombre que le deja una serie de dibujos y una frase con cada uno de ellos. El hombre, Harris Burdick, decide dejar el libro esa noche con el editor. Volvería al día siguiente con el resto de las historias, para ver si el editor estaba interesado en ellas. Sin embargo, Harris nunca volvió, y el editor guardó los dibujos, preguntándose sobre las historias no contadas que habían desaparecido. ¿Te atreves a imaginarte esas historias?

Pese al odio manifiesto de Josu hacia Stephen King (y el amor incondicional de La Noe hacia dicho escritor); hemos de agradecerle al caballero el descubrimiento de este maravilloso libro de Chris Van Allsburg, que nos dio para unas cuantas sesiones.

“Así que es cierto”, pensó, “Es realmente cierto”

Él la había avisado sobre el libro.

Ahora era demasiado tarde

Si había una respuesta, el la encontraría allí

Pese a poner los poderosos motores en contramarcha,

el transatlántico fue introduciéndose cada vez más y más en el canal.

Ella bajó el cuchillo y aumentó aun más el resplandor

Ella sabía que era el momento de mandarlo de vuelta.

La oruga se movió suavemente en su mano, deletreando la palabra “Adiós”.

Una diminuta voz preguntó: “¿Es él el único?”

Pasaron dos semanas y volvió a suceder

Su corazón palpitaba.

Estaba seguro de que había visto girar el pomo de la puerta

La quinta acabó en Francia

Todo empezó cuando alguien dejó abierta la ventana

Fue un Despegue perfecto