INVENTANDO ESCRITORES

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Cada uno nos inventamos la biografía de un escritor/a y a continuación, otra persona del grupo escribe un fragmento de una obra suya.

 

 

Amalia Sánchez Corral

 

Nace en Salamanca en 1947. Estudia peluquería hasta los 19 años. Tras esto, comienza a trabajar en una peluquería de barrio. En sus ratos libres viaja al campo donde conoce a su primer marido, con el que se casa. En su casa matrimonial tiene tiempo para aburrirse y una gran biblioteca botánica perteneciente a su esposo. De ella mamará la influencia de sus primeros escritos "Las pelucas vegetales", que tuvo a bien recitar en la intimidad de su casona. Tras el gran éxito de su debut se decide a viajar para conocer mundo, de ahí sus siguientes libros: "Lo incómodo de viajar en tren" y "Billetes por favor". Ahora publica su primera novela "Galletitas al limón", primer premio planeta de este año.

 

Galletitas al limón, por Amalia Sánchez Corral.

Capítulo 8

    Marina había organizado la estancia para la ocasión, que era grande. Dispuso con mimo cada plato formando un triángulo que irradiara un flujo de corriente alterna; para ella el escrúpulo era imprescindible para un buen resultado.

    La tarde calurosa se demoraba. Ella, en la sombra de la estancia, esperaba con voluntaria relajación. Comprobó el reloj por última vez: las cinco menos cinco. Parpadeó. Sonó el timbre. Francisquita y Tía Tania llegaban puntuales, como siempre con cinco minutos exactos de antelación. Ella casi no tuvo que esforzarse para comportarse con naturalidad, se acercó a la puerta, la luz que entraba por la ventana le partía en dos la cara, dejándole los ojos en sombra y la boca iluminada, ya sabrás lo que ha pasado, Marinita, hija. Sí, tía, te refieres a Hernán...

 

Omaku Balu O'Gawo

Nacido en la pequeña aldea de nga (1907) en el interior de Liberia, este autor sorprende por su mezcla de las corrientes de la vanguardia europea y la tradición africana. Entre sus recuerdos, ha resaltado siempre los ritos del vudú en los que su abuela era a menudo poseída por panteras, leones y demás espíritus, como podemos comprobar en su famoso poema "El antílope" (O'mboto). Contemporánteo de los poetas de la Negritud, a quienes conoció en París sólo fugazmente (su poesía es conocida porque la tradujo Karingana al inglés), el escribió siemrpe en su dialecto natal, el nubi. Fundamentalmente poeta hasta los años 50 (sus dos libros principales "Las sombras del agua" (So'o dam amitií) y "El fémur de la experiencia" (Mosoti experienzous a' ) son de 1945 y 1949), ha publicado después unas interesantísimas memorias con el título general de "Selva Magna".

 

    Con la llegada de al noche empiezan los cánticos y los bailes en la aldea. Es la celebración de la luna llena.

    Ella tiene toda la cara pintada de rojo y negro y se ha vestido con el traje especial para ceremonias. Es la Omma Can Tú.

    En sus manos tiene un recipiente azul, el yarigú, donde ha mezclado los condimentos necesarios para la magia.

    Los guerreros comienzan la danza del Uragué mientras las mujeres cantan y dan palmas y los ancianos tocan los tambores.

    Entonces ella bebe de yarigú y escupe su contenido a la cara de los guerreros. Empieza a temblar y a gritar palabras en el idioma de los dioses. Sufre espasmos. Grita, ruge, es el espíritu del león el que la ha poseído.

    Las danzas siguen hasta el amanecer.

 

Carmen Díez Capetillo

 

Nació en Cádiz el 7 de Enero de 1949, durante la posguerra. Perseguida por el régimen a causa de sus tendencias izquierdistas, huye a París en los años 70, donde se afinca ya de por vida.
Destacada poetisa, podemos nombrar entre sus obras "Mi Cádiz", "Sobre Azul" y "Rojo, amarillo y Violeta".

 

"Te miro"   (Fragmento de "Mi Cádiz")

    Mi Cádiz. Tan lejos. Su distancia consume mi recuerdo. Tus aromas a azahar y asfalto se confunden con el perfume triste de este exilio inevitable.

    Mi Cádiz. Tan lejos. Estibadores semidesnudos en los muelles. Sol de derrota sobre las cabezas de tus hijos. Carreras por la avenida y disparos en el malecón.

    Mi Cádiz. Noches silenciosas que apenas dejan rastro. Fantasmas que se deslizan entre sus sombras. La luna que ilumina tu cielo con breves raptos de rebeldía.

    Mi Cádiz. Tan lejos. Tan distante. Tan cerca.

 

 

Carmina Reto Etxeandia

 

(Bilbao, 1921-  ): La fecha de su nacimiento coincide con la deserción de las hermanas Hurtado del convento que las Carmelitas desclazas tienen en la Capital Bizkaina.
    A ojos de un extraño no parece que haya una relación de causa-efecto entre ambos acontecimientos, pero según la autora, ambos hechos están indisolublemente unidos en un mismo destino final.
    Todos los momentos importantes de su vida están marcados por acontecimientos desconcertantes. Su primer enamoramiento coincide con la llegada a Bilbao de un poeta-metalúrgico y su inseparable loro López, que desde ese momento quedarían unidos a ella por hilos invisibles.
    También algunos acontecimientos de su vida acicatan la historia que se fragua alrededor. Su primer cuento, "Latido" (1931), provoca la proclamación de la Segunda República; y su primera novela, "Hechizos y maldiciones" (1975), anuncia la muerte del dictador.
    Desde entonces su narrativa ha permanecido silenciosa. Encogida sobre sí misma, esperando el momento oportuno para saltar. Ahora llega este relato que supera de nuevo las expectativas creadas (80.000 ejemplares en doce días).

 

"El Gran Potaje"

    "Han desaparecido todos los hombres. Los niños han muerto. Los ancianos han ido cayendo uno a uno. Y pronto iremos cayendo nosotras". La abuela no paraba de repetir eso en sus últimos años de vida. Nadie la hacía caso. "Es una pobre loca" decían... Pero Lucía la miraba atenta desde un rincón con sus ojos azules y su pequeña sonrisa... Cuando todos se retiraban del comedor, Lucía surgía traviesa de debajo del mantel, atravesaba corriendo la gran sala y volvía después con miles de artilugios entre las manos; peines, muñecas, vestiditos, cuentos, pelotas, juegos de cartas y un gran espejo que arrastraba en su último viaje... Lo ponía todo sobre la mesa, con un orden coherente para ella...; el espejo frente a su abuela para que pudiera verse bien, la muñeca en las rodillas y los demás juegos en línea recta... Tras ésto su abuela reía y al hacerlo Lucia podía ver de cerca los cuatro dientes que aún le quedaban y oír la risa de la vieja de tanto en tanto se tornaba infantil...

- "Yo sé lo que quieres decir cuando dices todas esas cosas..." - Aunque nadie lo sepa.... - Y tu también lo sabes, verdad...- Yo tampoco he comido de tu potaje..."

 

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