Se piensa un tema determinado y todos tratamos de escribir sobre él.
Sólo llegamos a hacer uno: Intentar hacer erotismo de los actos más comunes de la vida diaria.
Aquí, los resultados..
Te estoy esperando encogida, arrebujada. Tengo frío sin ti. La espera se me hace eterna, como siempre; pero sé que al final vendrás a mi encuentro. Cuando estoy así me siento encerrada en una burbuja de metal, aislada del resto del mundo. Pero por fortuna no dura mucho, porque enseguida estás conmigo. La cabeza comienza a darme vueltasantes de que me acaricies, y es que ya percibo tu presencia. Estás ahí, pero no me tocas. Sabes lo que provocas en mí, y quieres disfrutarlo observándome. Mi angustia, mi ansia: todo es un preámbulo para lo que está por llegar. Entonces, poco a poco, comienzas con una suave caricia. Al principio, te quedas en mi superficie, apenas rozándome, mientras yo ya bordeo la locura. Pero poco a poco me vas llenando, me inundas. Me empapo de ti y de tu contacto, y los dos nos fundimos. Yo te absorbo por entero, y tu a mí. Ya no está claro que seamos dos entes separados, porque formamos un todo, un único ser. Pero eres paciente, no como yo, y sabes cuando parar. Te retiras un poco, aunque sigo sintiéndote en todos mis poros, y sacas algo. Yo no se qué es, pero tampoco me importa. No me importa como me utilices, porque lo único que deseo es ser utilizada. Entonces esparces sobre mi cuerpo un polvo blanco. Se me duermen los sentidos y a la vez se me agudizan. Ese juego ya lo conozco, pero sólo puedo jugarlo contigo. ¿Qué me has hecho? Dependo sólo de ti, nadie lo había conseguido nunca. Sé que pronto volveré a estar limpia. Tú me limpiarás con tu lengua, con tu cuerpo, con todo tu ser. Mi anhelo te excita, porque ya estás tan dentro de mí que percibes todo lo que siento. Yo provoco en ti lo mismo que tu en mí. Bulles de deseo. Flotamos en otra dimensión, pero tomados de la mano. Este es el momento que más me gusta, porque al fin nos encontramos en la misma espiral de pasión. Pero de nuevo el ciclo acaba. Me dejas deshecha, desordenada. Te separas de nuevo, y yo te ansío más que nunca, pero me haces esperarte otra vez, conteniéndote. Pero ahora sé que no te irás, porque tú tampoco has quedado satisfecho. Decides volver a tocarme despacio, poco a poco. Sin prisa pero sin pausa. El sufrimiento de la distancia nos vuelve locos, pero son las reglas del juego. Son las normas que rigen nuestra relación, y son realmente esas normas las que la vuelven tan ansiosa, tan placentera. Y así, poco a poco, vuelves a llenarme por entero. Giramos en el desorden de nuestros cuerpos. Nos aferramos a ese momento, que va a ser el último. Yo no te quiero soltar, y tú no quieres irte. Ahora es cuando montamos un escándalo. Tú gritas y yo grito. Tú tiemblas y yo tiemblo. El momento se hace eterno, pero sin embargo es un puto instante. No quiero que me vuelvas a dejar pero, de repente, ya te has ido. Me quedo ahí tendida, vacía, exhausta. La dichosa burbuja de metal se abre y me cuelgan al sol, para eliminar tu rastro. Sólo vivo para nuestro próximo encuentro.
He abierto alocada la puerta del éxtasis.
Suspiro aliviada.
El calor se va apoderando de mi cuerpo,
mientras más se agarrotan...
Esta verticalidad extenuante
me alzará hasta el 5º cielo...
El primer instante se hace lento...
Armoniosamente me entrego.
Deseo llegar hasta el fin.
Las manos agarran, acarician
esa redondez de tono oscuro
que firme se eleva y eleva...
El corazón se desboca, cabalga,
vuela a mi ritmo...
Jadeo cada vez más fuerte
más llena de prisas, más caliente...
Esa parte de mí, la que no se nombra,
Se licua cada vez más y más...
me estoy mojando...
La marcha resulta infinita.
¿Y el Paraíso?
El Paraíso va llegando, se aproxima
Lo siento ya; mio...
Entonces yo también me elevo...
De pronto otro campo, otra puerta...
Al fondo, el placer, espera...
Me despojo de vestidos...
Desnuda del mundo... lanzo todo por el aire...
Y grito........
exploto de júbilo....
Me animo... llego... Ya llego.... Ah!
La suave blancura me roza
y mi aliento se transforma vendabal,
suspiros, orgasmo....
Reposo ante el deseo de estar allí....
He llegado....¡Sí! ¡Sí! 'Sí! Siiiiiiiiiiiii!
Cierro los ojos y me entrego...
me doy por entero...
porque sólo así puedo hacerlo...
El líquido resbala entre mis piernas...
es caliente......
y amarillo